Cómo identificar una relación de pareja sana

Las relaciones de pareja son un tema omnipresente en nuestras vidas.

Al ser un tema bastante complejo y extenso, en este artículo me centro sólo en cómo reconocer una relación saludable y algunas de sus características.

Desde que nacemos recibimos información sobre cómo han de ser las relaciones de pareja. Nuestro primer ejemplo es la relación de nuestros padres (que marcará profundamente nuestras relaciones de adulta),  reforzada por las relaciones que vemos en películas, series,  leemos en libros, revistas y lo que nos cuenta la música. (De ahí la importancia de elegir conscientemente la música que escuchamos, las películas que vemos, los libros que leemos…) 

¿Te has detenido a analizar cómo se  retrata el “amor” en los formatos mencionados?, ¿cómo son las relaciones que describen?

Muchas expertas sí lo han hecho y la conclusión no es nada positiva.

Desde pequeñas estamos bombardeadas con una imagen y unas expectativas hacia nosotras mismas y nuestra pareja que, o son inalcanzables o son directamente tóxicas. Si sumamos a esta base nuestras propias cargas y creencias, es más que comprensible que las relaciones de pareja sean para muchas personas un elemento a mejorar en sus vidas.

Pero ¿cómo identificar una relación saludable?

Una relación saludable ha de tener (por lo menos) los siguientes elementos:

• Comunicación:
  La comunicación ha de ser abierta, sincera y afectiva. Tenemos que poder expresarnos libremente y de forma auténtica, sin sufrir por ello represalias.
•  Respeto:
  Hemos de tratarnos con dignidad y consideración, deseando al otro siempre lo mejor.
  
• Confianza
  Es imprescindible que sepamos que podemos contar con nuestra pareja y ella con nosotras. La confianza se construye con el tiempo, a base de honestidad y consistencia en las acciones.
  
• Apoyo emocional
  No consiste en tener un psicólogo en casa, sino en recibir consuelo cuando estés triste, comprensión si te preocupa algo, apoyo en los momentos importantes…
  
• Espacio personal
  Consecuencia del respeto y la confianza. El espacio personal es necesario para sentirnos bien y conectar con aquello que nos hace ser nosotras mismas.
  
• Gratitud
  Expresar, reconocer y valorar de forma activa las cualidades del otro, así como agradecer las acciones que realiza es fundamental para mantener y acrecentar el amor y el respeto.
  
• Flexibilidad
  La vida está llena de sorpresas, las personas evolucionan. Saber adaptarse a nuevas circunstancias y desafíos es fundamental para que una relación dure en el tiempo.

¿Cuántas de estas características se dan en tu relación?

Si se dan todas ellas ¡enhorabuena! Puedes sentirte orgullosa de lo que tú y tu pareja estáis construyendo. Si no se dan algunas (lo que es habitual) te recomiendo que lo compartas con tu pareja y busquéis la forma de sanar e incorporar cada uno de los aspectos que faltan.

Y si estás en búsqueda de una relación, mi consejo es que prestes atención desde el principio a todos estos aspectos y los priorices.

Una pareja sana es un catalizador para nuestro desarrollo personal, profesional y espiritual. Por el contrario, una relación de pareja enferma solo nos creará bloqueos y adversidades. Por ello te aconsejo prestarle mucha atención si tu intención es vivir una Vida plena.

Antes de cerrar este artículo me gustaría mencionar algo básico:

Solo podemos percibir aquello que ya hemos integrado en nosotras mismas. Por lo que una relación de pareja saludable empieza por cómo te relacionas contigo misma.

¿Te hablas de forma sincera y afectiva? ¿Te respetas? ¿Respetas tus límites? ¿Confías en tus habilidades? ¿Te das el apoyo emocional que necesitas? ¿Te permites tu espacio personal? ¿Te das las gracias por ser cómo eres? ¿Eres flexible ante las adversidades?

Te invito a que cojas papel y boli y analices cada uno de estos puntos.

Desde el amor y el respeto, sé sincera contigo. Date un abrazo por cada elemento que tengas integrado y comprométete a sanar los aspectos que necesiten tu atención.

Puede ser un ejercicio arduo, pero te aseguro que merece la pena.

Si lo deseas, estaré encantada de acompañarte en tu proceso.

¡Tengo curiosidad por leer en vuestros comentarios cómo os han ido los ejercicios!  😉